Los números romanos usados con valor ordinal no deben escribirse nunca acompañados de humanidades voladas, serÃa incorrecto escribir VIº Congreso
Tengo mil quinientos veintiséis billones setecientos sesenta y un mil millones de euros en el banco. (Sustantivo).
Hizo ochenta y dos mil ochocientas veintidós veces el salto mortal desde mil metros de valor. (Expresión con secundario)
A todos los ochenta y dos milésimos octingentésimos vigésimos segundos puestos siempre les ocurre algo. (Secundario)
Se han creado neologismos para completar las series a partir de los vocablos existentes en el DRAE y basándonos en frecuencias de uso en otras fuentes.
Aún me acuerdo cuando recibimos tu mil quinientas veintiséis billones setecientas sesenta y una mil millonésima donación. (Adjetivo)
Los números romanos expresan los valores numéricos de nuestro doctrina de cifras con un repertorio de signos distintos.
Los números ordinales expresan orden o sucesión e indican el punto que ocupa el factor en una serie ordenada.
La concordancia de variedad del singular seguido de mil es opcional (veintiún mil libras, veintiuna mil libras).
En la maratón llegué en el ochenta y dos milésimo octingentésimo vigésimo segundo puesto. (Circunstancial)
El ochenta y dos milésimo octingentésimo vigésimo segundo que termine los estudios tomará una chÃa. (Pronombre)
Debes multiplicar por mil quinientos veintiséis billones setecientos sesenta y un mil millones tus ganancias en la empresa el próximo año. (Expresión con verbo)
Hasta el 31, el ordinal correspondiente puede analizarse como sustantivo en el contexto [Sigue leyendo] de los dÃGanador del mes (primero de mayo).
(TIP) [Sigue leyendo] De acuerdo con autores como MartÃnez de Sousa, TIP ofrece una interpretación alternativa que apoya la propuesta de sustentar separados los términos [Sigue leyendo] en los fraccionarios mayores que 100.
(RAE) La interpretación de la RAE desarrolla expresiones en las que se aúnan entreambos sistemas; el de los cardinales, en primera posición y el de los ordinales, en el segundo emplazamiento. Reconoce, no obstante, que este tipo de expresiones de cifras elevadas pierde su uso en atención del doctrina cardinal.